CÓDIGO PARA REGULAR LA PUBLICIDAD CON “INFLUENCERS”.

Raquel Diaz Diaz
3 min readMar 4, 2021

Con el auge de las redes sociales, el internet y las ventas online sería muy extraño que las empresas no viesen un filón en todo esto para hacer publicidad. Los llamados “influencers”, acumulan en sus redes sociales miles e incluso millones de seguidores que están ávidos por saber cuáles son las rutinas que llevan sus personajes admirados para tener un cuerpo 10, una piel radiante y sin imperfecciones, qué cosas comen o beben para llegar al verano en forma y obviamente la industria del marketing ha sabido utilizarlo a su favor usando a este colectivo para hacer publicidad de sus productos.

Nos encontramos en este punto con ciertos problemas que no estaban regulados hasta ahora y que pudieran dar pie al público a sentirse engañado. La industria del marketing, como todas, está sujeta a una serie de normas de transparencia y veracidad para con sus consumidores que no estaban reguladas en el mundo “influencer”.

¿Cómo podemos saber si nos están recomendado algo sincero y que funciona o es una publicidad muy bien pagada si no se especifica en ningún sitio que es publicidad? ¿Cómo podemos ver los resultados de una base de maquillaje si nos están mostrando un paso a paso con un filtro que suaviza la piel hasta el último poro?

Esto, obviamente, ha sido motivo de controversia dentro del gremio de la publicidad habiendo opiniones divididas entre los que utilizan influencers para publicitarse ahorrando dinero en grandes campañas de televisión y usando todos los métodos que estén al alcance de éstos para mostrar sus productos y los que gastan grandes cantidades de dinero en sus campañas y además lo hacen dentro del marco legal que regula la publicidad.

El día 1 de enero de 2021, este limbo legal que enmarcaba la actividad de este colectivo ha acabado al pasar a regularse por el nuevo código de conducta creado por la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial y la Asociación Española de Anunciantes (AEA).

Este código incluye regulación de la actividad y se deben adherir tanto anunciantes como por los miembros de este colectivo, también llamados “creadores de contenido”.

El punto más importante en el que se basa este código, así como las legislaciones relativas a la publicidad convencional es el principio de identificación del carácter publicitario, por el que «debe desvelarse ante los destinatarios cuándo nos hallamos ante una comunicación, publicación o post con fines promocionales» y además el código recoge cómo han de hacerlo incluso con ejemplos para que no resulte ambiguo o pueda dar lugar a dudas.

También, recoge el principio de autenticidad por el cual no se pueden usar elementos que puedan dar lugar a dudas o equivocación sobre los resultados de los productos publicitados.

Aunque en un principio este colectivo ha mostrado ciertas reticencias con el contenido de este nuevo código los expertos coinciden en que es la mejor forma de salvaguardar su actividad y además profesionalizar su colectivo.

A partir de ahora las marcas que trabajen con este tipo de publicidad a través de influencers contarán con las mismas reglas básicas que el resto de publicidad más tradicional y además los consumidores podrán saber en todo momento cuándo están siendo impactados con publicidad. Una necesidad que al fin ha quedado cubierta y que también está siendo regulada en el resto de Europa.

Raquel Díaz.

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